
Los corredores necesitan de energía para correr y la forma de introducir energía es a través de la dieta.
La mayoría de los corredores saben que los carbohidratos es una de las fuentes de energía que utiliza su cuerpo para poder correr y aunque esta noción es correcta, es un tanto superficial.
Para que tu cuerpo pueda utilizar la energía de los carbohidratos que consumes, existen una serie de diversos procesos que ocurren dentro de tu cuerpo y de los que seguramente seas inconsciente, uno de ellos es la glucogénesis.
Pese a que la fisiología del deporte es una ciencia un tanto complicada, también es sumamente interesante y por ello nos parece importante profundizar un poco sobre el concepto de glucógenesis de una manera que resulte de fácil entendimiento.
QUÉ ES LA GLUCOGÉNESIS
Cuando consumes alimentos que contienen carbohidratos, los mismos son digeridos y enviados al torrente sanguíneo en forma de glucosa.
Cualquiera sea el alimento que consumas, siempre que tenga carbohidratos, los mismos serán “convertidos” en glucosa.
Sin embargo, no todos los carbohidratos que consumes diariamente están circulando en forma constante dentro de tu arterias y venas, sino una mínima parte de ellos.
La glucogénesis es la manera de tu cuerpo de almacenar la glucosa en forma de un polisacárido llamado glucógeno.
El glucógeno, presenta dos grandes beneficios: puede almacenarse de forma compacta en las células y se puede convertir rápidamente en glucosa y luego en energía.
El glucógeno que se genera como consecuencia de la glucogénesis está presente en la mayoría de los tejidos, pero se encuentra en las mayores concentraciones en el hígado y los músculos.
IMPORTANTE:
No es lo mismo la glucogénesis, que la gluconeogénesis, que es la síntesis de glucosa a partir de precursores que no son hidratos de carbono, tales como piruvato, lactato, ciertos aminoácidos, etc.
El glucógeno muscular sirve únicamente para uso local por lo que solo puede ser utilizado como energía por el músculo donde se encuentra depositado; cuanto necesitas energía el glucógeno se degrada nuevamente a glucosa que queda disponible para el metabolismo energético.
La capacidad de los músculos de almacenar glucógeno depende de factores como la alimentación y entrenamiento (junto a otros factores), pero algunos Estudios han determinado que pueden llegar a tener depositado el equivalente entre 80/144 kcal por kilogramo.
Así, en un corredor de 70 kilogramos, con un 45% de su peso correspondiente a la masa muscular total y la mitad de ella en las piernas, puede almacenar aproximadamente 310/570 gramos de carbohidratos lo que equivale a entre 1250 y 2270 kcal de glucógeno depositado en las piernas.
Por otra parte, el glucógeno almacenado en tu hígado, cumple una función diferente, ya que asegura que los niveles de glucosa en sangre se mantengan estables.
La cantidad de glucógeno en el hígado varía mucho, pero tiende a acumularse a niveles altos después de una comida y luego disminuye a medida que el cuerpo necesita energía.
Un hígado promedio de 1.8 kilogramos puede almacenar aproximadamente entre 88/160 gramos de glucógeno, que significan entre 350/650 kcal respectivamente.
La síntesis de glucógeno en los músculos tiene una función diferente de la del hígado, ser utilizada dentro de los músculos como fuente de energía; no vuelve a la sangre como la glucosa de las reservas de glucógeno en el hígado.
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